La enfermedad de la injusticia
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La enfermedad de la injusticia
Dicen que la reina Nefertiti falleció a causa de la tuberculosis, una enfermedad infecciosa que, 3000 años después, sigue provocando la muerte de más de dos millones de personas en el mundo cada año. La mayor parte de enfermos residen en los países pobres, de ahí la necesidad de invertir en mejores métodos de diagnóstico en dichos lugares.
La tuberculosis es la enfermedad de la injusticia: amenaza a la población más desfavorecida pues se asocia con la marginación, el VIH y la inmigración; aunque, en realidad, cualquier persona puede presentar la tuberculosis sin que los síntomas de la enfermedad se le hayan manifestado.
A este respecto, es importante que el médico, tanto de atención primaria como hospitalaria, piense en esta enfermedad cuando realiza el diagnóstico diferencial de, por ejemplo, cualquier paciente que presente tos y expectoración de más de dos semanas sin descartar la posible incidencia independientemente de la procedencia ni la condición social del enfermo, aunque debido al fenómeno migratorio, el Estado español coincide cada vez más con el patrón observado en otros países europeos, donde más del 50 % de los casos se da en personas nacidas en otros países.
Uno de los principales factores que favorecen la alta tasa de incidencia de la tuberculosis es la pobreza y las desigualdades económicas. Se estima que cada año, a escala mundial, se dan unos nueve millones de casos nuevos y, como ya hemos indicado más arriba, más de dos millones de muertes por tuberculosis. La mayoría de estos millones de casos ocurren en los países en vías de desarrollo. Los países con una menor renta per cápita coinciden con aquellos países donde el número de enfermos de tuberculosis es más elevado. 22 países del mundo capitalizan el 80 % de los enfermos de tuberculosis en el mundo, entre ellos India, China, Sudáfrica, Rusia y Brasil.
Aparte de ser una enfermedad infecciosa, la tuberculosis puede definirse como una enfermedad social: con un adecuado reparto de la riqueza en el mundo y sin ninguna otra intervención, la tuberculosis acabaría erradicándose sola.
La tuberculosis es la enfermedad de la injusticia: amenaza a la población más desfavorecida pues se asocia con la marginación, el VIH y la inmigración; aunque, en realidad, cualquier persona puede presentar la tuberculosis sin que los síntomas de la enfermedad se le hayan manifestado.
A este respecto, es importante que el médico, tanto de atención primaria como hospitalaria, piense en esta enfermedad cuando realiza el diagnóstico diferencial de, por ejemplo, cualquier paciente que presente tos y expectoración de más de dos semanas sin descartar la posible incidencia independientemente de la procedencia ni la condición social del enfermo, aunque debido al fenómeno migratorio, el Estado español coincide cada vez más con el patrón observado en otros países europeos, donde más del 50 % de los casos se da en personas nacidas en otros países.
Uno de los principales factores que favorecen la alta tasa de incidencia de la tuberculosis es la pobreza y las desigualdades económicas. Se estima que cada año, a escala mundial, se dan unos nueve millones de casos nuevos y, como ya hemos indicado más arriba, más de dos millones de muertes por tuberculosis. La mayoría de estos millones de casos ocurren en los países en vías de desarrollo. Los países con una menor renta per cápita coinciden con aquellos países donde el número de enfermos de tuberculosis es más elevado. 22 países del mundo capitalizan el 80 % de los enfermos de tuberculosis en el mundo, entre ellos India, China, Sudáfrica, Rusia y Brasil.
Aparte de ser una enfermedad infecciosa, la tuberculosis puede definirse como una enfermedad social: con un adecuado reparto de la riqueza en el mundo y sin ninguna otra intervención, la tuberculosis acabaría erradicándose sola.
Re: La enfermedad de la injusticia
Pues en Argentina se vacuna a todos los recién nacidos con la BCG (vacuna para esta patología) y es el requisito junto con el certificado de nacimiento que otorga el médico para poder tramitar el DNI. Aclaro que para este trámite hay un plazo estipulado ante de caer en multas que unicamente no se aplican si por el peso del bebé no puede ser vacunado.
Luego se repite la misma vacuna a los 6 años y a los 12.
Con esto no quiero decir que en mi país de origen este erradicada la tuberculosis, pero creo que debería vacunarse en todo el mundo. pero en esta parte coincido contigo, la riqueza.
Luego se repite la misma vacuna a los 6 años y a los 12.
Con esto no quiero decir que en mi país de origen este erradicada la tuberculosis, pero creo que debería vacunarse en todo el mundo. pero en esta parte coincido contigo, la riqueza.
tryfe- Novato
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Localización : ahí no, una calle más allá.
Fecha de inscripción : 25/06/2008
Re: La enfermedad de la injusticia
De buena tinta os puedo decir,que de erradicada nada de nada.
Ahora mismo,muy cerca de mi (prefiero no dar datos) ha habido un caso, que además por no haberlo avisado, ha provocado el contagio del virus a 2 personas más.
Ahora mismo,muy cerca de mi (prefiero no dar datos) ha habido un caso, que además por no haberlo avisado, ha provocado el contagio del virus a 2 personas más.
rita pavone- Novato
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Fecha de inscripción : 27/06/2008
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