Plegaria laboral

Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar aquello que no puedo aceptar y la sabiduría para esquivar a todos los que intentan colmarme la paciencia.

Concédeme la tranquilidad para escuchar cada sandez que me vengan a decir, cada sugerencia fantástica que me vengan a hacer y cada creativa manera de venir a tocarme las narices.

También ayúdame a cuidarme de todos aquellos a los que tuve que pisotear hoy, porque pueden estar bien relacionados con el trasero que tendré que besar mañana.

Ayúdame a dar siempre el 100 % de mi trabajo:
- 12 % el lunes.
- 13 % el martes.
- 40 % el miércoles.
- 20 % el jueves.
- 15 % el viernes.

Y a recordar que cuando tenga un mal día y parezca que la gente se ha puesto de acuerdo para fastidiarme, se requieren 42 músculos para sonreír y sólo 4 para extender mi dedo y decirles que se vayan a hacer puñetas.

Amén.